07 noviembre 2015

A PINT OF BITTER, HALF OF LAGER AND A PACKET OF CRISPS

The GardenersArms, Pub, Tostock,, Suffolk
copyright@Tostock Villager 

El pub, Public House, uno de los puntos de reunión de los británicos, donde el ambiente es más cálido y amistoso, donde está consentido saltarse un poco esa introversión inicial que los caracteriza, y ser más generoso con las emociones y la confianza.

Los pubs británicos congregan igualmente a distintas generaciones: familias con niños, mayores y jóvenes juntos o separados; lugares donde  se va a tomar lunch o dinner o a reunirse y disfrutar de music, darts, quiz, y drinks conversando con el amigo, el vecino, los compañeros de trabajo, a veces incluso gozando de un lugar idílico al borde de canales, riachuelos, barcas y esclusas,  pasarelas,  campiñas y entre bosques, en acogedores Country o Village pubs.

Penruddocke Arms, Wiltshire - copyright@Ashley Pomeroy
Visitar uno de estos pubs tradicionales en villages, towns o cities puede resultar en ocasiones adentrarse en una experiencia histórica; es entrar en un edificio antiguo y emblemático, una construcción protegida, listed,  donde el mobiliario rústico, los suelos adoquinados, los techos bajos, las vigas de madera,  y la decoración a la antigua usanza recuerdan los años que han ido pasando por esa Inn, esa House, evocando en cada rincón personajes ilustres  y legendarios, de otras décadas y siglos, que como nosotros tuvieron la necesidad de compartir una bebida y una charla con extraños y conocidos: Shakespeare (The George Inn Yard, London Bridge, Londres s.XIV), Charles Dickens (Olde Cheshire Cheese, Londres, s.XVII), Dylan Thomas (No Sign Wine Bar, Swansea, s.XV) Churchill (The Haunch of Venison, Salisbury, s.XIV), Lord Byron (The Spaniard´s Inn, Hampstead, uno de los más antiguos pubs de Londres), John Lennon (The Philharmonic, Liverpool s.XIX)… y cientos de ellos.


A pint of bitter - copyright@Andy Strange
Y al llegar a la barra o bar,  donde el landord ha dispuesto las variadas y coloridas beer taps, hay que estar preparados a degustar, entre otras, una buena cerveza de barril, draught beer, bien sea negra (Stout): Guiness, Porter, Murphy’s,  etc;  amarga (bitter): London Pride, John Smiths, Butcombe, Brains; o rubia (lager): Heineken, Carlsberg, Foster, etc; o quizás apetezca más una cider: Magners, Thatcher’s , Strongbow, etc. Habrá que olvidarse del sistema métrico y empezar a pensar en pints y half a pint; dejar en casa nuestras tapas y ser más reducido con el “algo de picar“ y pedir quizás a packet of crisps, un paquete de patatas fritas – aunque ahí la variedad y gustos puede ser inmensa: sabores tan populares como salt & vinegar, ready salted, cheese & onions, smoky bacon, prawn cocktail etc. y marcas tan conocidas como: McCoy, Walkers, Tyrrells, Quavers, Hula Hoops, Golden Wonders, y demás. Empezar conversaciones con: can I have, the usual please, have you got, is this chair taken, my round now, cheers, ¡y como no!  a pint of bitter, half of lager and a packed of crisps”….y dejar que se detenga el tiempo en momentos fraternales, paladeando  food & drink en naturalezas a plena luz de sol primaveral o en retiros entre madera y paredes de piedra con iluminación a media luz, apenas caída la tarde y entrando ya el anochecer.

See you in my next post!

01 noviembre 2015

ALFRED STREET



 It was fun while it lasted!

Cuando mi compañera de andanzas y yo llegamos a la histórica ciudad de Bath, en la región del South West, de Inglaterra, creímos haber descubierto un nuevo mundo casi, casi, como cuando Cristóbal Colón y Hernán Cortés llegaron a América, claro que ellos llegaron hace más de quinientos años y nosotras a finales de los ochenta. 

Bath Spa Train Station
foto de Mattbuck - WikiMedia Commons
Desembarcamos en Bath Spa Train Station, con cuatro maletas y unas cuantas pounds; ¡no habían indios! pero si nativos ingleses, y una dirección a encontrar con nombre de Santo y portal en una Terrace House. Mi compañera con conocimientos más prácticos que yo de inglés y yo con una Filología acabada, no supimos descifrar eso de la Terrace House, nos sonaba a una casa con terraza. Pero claro, entonces en nuestro pueblo todavía no se estilaba eso de los adosados. Pero dicen que preguntando se va a Roma, aunque fuera en Spanglish, y al final, encontramos nuestra Terrace House

The Abbey - visitbath.co.uk
Después de varios cambios de dirección, y de trabajos de washing up y cleaning, ¡a mucha honra y grandes juergas!, finalmente nos instalamos en un flat en Alfred Street, una pequeña calle del centro de Bath. Entonces ya éramos cuatro, en un piso posh (pijo); two double bedrooms, lounge and one bathroom (sin bidet, ¡en UK no se estila!),  ¡ah! y cocina independiente con vistas a la Abbey. Lo más yuppie los sofás del salón, estilo Laura Ashley  (¡más o menos el Corte Inglés en nuestra tierra!); pero lo que no tenía desperdicio era el airing cupboard – un armario donde estaba dentro la caldera y tenía estantes para poner la ropa húmeda a secar (¡y nosotras con nuestra procedencia mediterránea buscando el tendedero!).

Alfred Street, Bath - copyright@rightmove.co.uk
Todo era happy times, hasta que un día al intentar volver a nuestro flat quisimos coger un taxi, y nos encontramos que nuestra calle se había perdido. Cuando el taxista nos preguntó la dirección, contestamos claramente, ¡Alllfred Street! please; y el taxista simplemente nos dijo: “Sorry, I don´t know that Street” (no conozco esa calle); volvimos a intentarlo más despacio, A l l l f r e d   S t r e e e t; pero no hubo suerte, el taxista contesto: “There is no such street in Bath” (en castizo, ¡que nos habíamos quedado sin calle!). De repente una de nosotras tuvo una brilliant idea, le escribió la dirección en un papel al taxista, y entonces, ¡zasss! apareció la calle, el taxista pronunció las palabras maravillosas: “oh! you mean (quereis decir), Aaaafred street!”; nos miramos atónitas, y latinas como éramos podéis imaginar que estábamos pensando, ¡Joodeer, y que estamos diciendo! 

Esa fue una de nuestras primeras lecciones prácticas en fonética, que las vocales en inglés no son las mismas que en español y que size matters (el tamaño sí importa). Normalmente delante de una “l” seguida de consonante como en este caso, Alfred, y al igual que delante de una “r”, la vocal se alarga, y ni apenas se percibe la “l” ni la “r”. Nuestra calle así paso de ser: [alllfred street] a ser [aaaafred street]. Así que cuando en el diccionario veáis los dos puntitos en la pronunciación entre corchetes [..:], no creáis que están ahí de decoración, quiere decir que la vocal anterior se alarga y la consonante que sigue pierde toda su fuerza. La palabra Car pronunciada a la española parece más el carro de Manolo Escobar que un coche de nuestra época [Ka:].


¡QUE NOS QUITEN LO BAILAO!
(It was fun while it lasted!)



see you in my next post!